Soluciones de ventilación para la mitigación del gas radón
Articles

Soluciones de ventilación para la mitigación del gas radón

El radón es un contaminante radiactivo de origen natural que surge de la desintegración del uranio. Esta desintegración tiene como consecuencia la emisión de partículas alfa de alta energía, capaces de dañar nuestro ADN y provocar mutaciones y tumores. Este tiende a concentrarse en espacios subterráneos y con baja altura y puede llegar hasta nosotros a través de infiltraciones desde suelos graníticos (generalmente) y, en menor medida, de su presencia en el agua y algunos materiales de construcción. 

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hasta el 14% de los casos de cáncer de pulmón en el mundo son atribuibles a la exposición al gas radón, siendo la segunda causa raíz solo por detrás del tabaco. Además, este organismo estima que las probabilidades de una persona de padecer este tipo de cáncer se multiplican por 10 en el caso de que, además, sea fumadora.

En España, el Ministerio de Sanidad calcula que la exposición a gas radón es responsable del 4% de las muertes por cáncer de pulmón, llegando en algunos territorios como Galicia hasta el 25%.

 

Normativa de referencia

 

En España, las medidas de protección frente al radón se recogen, desde el año 2019, en el Documento Básico de Salubridad HS 6 del Código Técnico de la Edificación (CTE).

Esta normativa se aplica, para edificios residenciales, en locales habitables de nueva construcción y en todas las intervenciones en edificios existentes y establece un nivel de referencia para el promedio anual de concentración de radón en el interior de los mismos de 300 Bq/m3. Además, establece una clasificación de municipios en función de su potencial peligrosidad por elevadas concentraciones de radón. Así, en estas poblaciones establece la obligatoriedad de implementar soluciones de mitigación tales como barreras de protección, espacios de contención ventilados y/o sistemas de despresurización del terreno.

Por otro lado, el Real Decreto 1029/2022 establece el reglamento sobre protección de la salud contra los riesgos derivados de la exposición a las radiaciones ionizantes y resume los requisitos en los lugares de trabajo para la protección frente a la exposición al radón.

 

Así, se deberá estimar el promedio anual de concentración de radón en aire en los lugares de trabajo subterráneos, en aquellos donde se procese, manipule o aproveche agua de origen subterráneo y en todos los lugares de trabajo situados en planta bajo rasante o planta baja de los términos municipales de actuación prioritaria.

Esta normativa establece que, cuando en un lugar de trabajo haya zonas con concentraciones de radón en aire que, superen el nivel de referencia de 300 Bq/m3, el titular de la actividad laboral deberá tomar las medidas oportunas para reducir las concentraciones y/o la exposición al radón.

Cumpliendo con uno de los principales objetivos de este Real Decreto, a principios de 2024 se presento el Plan Nacional contra el radón, que recoge las estrategias establecidas y las actividades a desarrollar por las diferentes administraciones públicas con el fin de reducir el riesgo para la salud de la población por exposición al radón.

Para ello, recopila información básica sobre el radón y los riesgos que conlleva para la salud y presenta un análisis de la situación en España, incluyendo la información disponible sobre la exposición.

 

Estrategias de mitigación de radón

 

Existen en la actualidad diferentes soluciones de protección frente al radón, en general enfocadas a aquel procedente del terreno. Tienen como objetivo principal disminuir la exposición al radón de las personas en el interior de los edificios. Así, estas soluciones se pueden agrupar, de manera general, en:

  • Soluciones de aislamiento: 
  • Barreras de protección. 

    Se plantean para evitar la entrada de radón en el interior de los edificios mediante la mejora de la estanqueidad de la envolvente en contacto con el terreno.

  • Soluciones de ventilación: 
  • Ventilación de un espacio de contención.

El espacio de contención, cámara de aire o cámara sanitaria es un espacio situado entre el terreno y los locales a proteger. En este caso, es el lugar donde tiende a acumularse la mayor parte del radón proveniente del terreno.

La ventilación de la cámara de aire empleada como espacio de contención tiene como finalidad reducir la concentración de radón a la que los cerramientos de los locales habitables se encuentran expuestos. Se basa en favorecer mediante ventilación la expulsión del aire con alta concentración de radón de la cámara y que no tienda a penetrar en los locales habitables.

  • Despresurización del terreno.

La despresurización del terreno tiene como finalidad reducir la concentración de radón que puede penetrar a través de los cerramientos del edificio. Se basa en producir una depresión en el terreno subyacente o colindante al edificio mediante la utilización de un extractor mecánico, de forma que se favorezca que el radón sea expulsado al exterior y no tienda a penetrar al interior del edificio.

 

  • Ventilación de los locales habitables.

La ventilación de los locales habitables tiene como finalidad reducir la concentración de radón en su interior, mediante el aumento de la renovación del aire en espacios interiores. Se basa en la dilución de la concentración de compuestos gaseosos como el radón en presencia de una suficiente cantidad de aire limpio.

 

En las actuaciones en edificios existentes, las soluciones de aislamiento cuentan con las limitaciones que suele suponer la presencia de elementos constructivos preexistentes, el alcance de la actuación, los recursos económicos disponibles… Por lo que las soluciones de ventilación se presentan, en muchas ocasiones, como la única alternativa.

 

Las soluciones basadas en ventilación, en muchos casos, van a requerir de equipos que funcionen en continuo, lo que se debe tener en cuenta a la hora de seleccionar aquellos que ayuden a maximizar la eficiencia energética del sistema, sin comprometer la salud de los usuarios.

Así, las soluciones seleccionadas para aplicar en estrategias de ventilación de los espacios de contención o de despresurización del terreno deberían contar con motorización EC, con una regulación más precisa y un menor gasto energético.

 

Por otro lado, las soluciones de ventilación de los locales habitables deberían plantearse siempre con equipos de recuperación de calor, capaces de filtrar y renovar el aire en espacios interiores y, a su vez, de recuperar parte de la energía invertida en las operaciones de calefacción y refrigeración.